Capítulo 28:

Ella asintió


Peter: si quieres que paré me tiras de la remera ¿sí? –le dijo por sexta vez cinco minutos después-

Lali: soy ciega Lanzani no sorda, ya entendí –respondió sonriendo- dale vamos 

Peter: okey pero cualquier cosa…

Lali: ya entendí Peter enserio, se lo que tendría que hacer hasta si me rompo una uña ahora subite y vamos –lo interrumpió-

Peter: está bien, vamos

Lali: PARA!

Peter: ¿qué? ¿Qué pasó? ¿Te arrepentiste? ¿Vamos en remis? –preguntó apurado y preocupado-

Lali: no, solo quiero un beso –contestó sonriendo- 

Peter: No te voy a besar nada porque me asustaste al pedo Esposito

Lali: como si aguantaras mucho sin besarme –sonrió burlona-

Peter: ¿eso es un reto?

Lali: es una afirmación pero tómalo como quieras y vas a ver que esa sonrisa te va a durar poco –dijo al sentir como él sonreí-

Peter: sos bastante bruja vos, a veces me das un poco de miedo.

Lali: awww que tierno, seguramente eso es lo que toda chica quiere escuchar –dijo irónica-

Peter: sos una bruja muy pero muy linda, no me dejaste terminar –dijo acomodándole un mechón de pelo detrás de la oreja mientras ambos sentían el aliento del otro debido a lo cerca que se encontraban-

Lali: Si sigues así no vas a durar mucho sin besarme

Peter: yo creo que sos vos la que no va aguantar –habló mientras establecía una distancia considerable entre ambos-

Lali: ni vos te la crees Lanzani –dijo riendo- 

Peter: ¿apostamos?

Lali: ¿Qué apostamos? –Preguntó con una sonrisa- 

Peter: en estos momentos no se me ocurre nada pero ya veremos

Lali: que poco ingenio Lanzani 

Peter: ¿vos tenes alguna idea?

Lali: yo estoy segura de que voy a ganar asique apostar con vos sería como hacer trama por eso prefiero no decidir 

Peter: te vas a tener que tragar tus palabras Esposito 

Lali: ya lo veremos –sonrió-

Él le prestó su casco y la ayudó a ponérselo

Lali: ¿y vos? –preguntó- 

Peter: tengo ese solo y únicamente porque no soportó más que mi padre se queje de las multas por no usarlo, pero nunca me lo pongo asique no te preocupes por mi

Lali: no Pit, no me gusta que no uses casco –dijo cruzándose de brazos-

Peter: no pasa nada La

Lali: te acabo de contar lo que le pasó a mi tío y te aseguro que esa imagen no se me va a ir nunca. No digo que usar casco lo hubiera salvado porque probablemente no hubiera sido así pero al menos le hubiera protegido la cabeza y tal vez hubiera tenido una mínima posibilidad de sobrevivir.

Peter: lo siento, igualmente aunque quisiera no podría ponerme un casco porque realmente no tengo otro.

Lali: entonces vamos a comprar, yo te acompaño.

Peter: ¿es enserio? Lali ya es tarde los negocios están cerrados

Lali: tal vez no todos, vamos a ver si alguno sigue abierto

Peter: no es tan lejos el lugar a donde te quiero llevar La, la posibilidad de que podamos conseguir un casco a esta hora es nula, no me queda mucho dinero y tú tienes frío como para andar de un lugar para el otro para nada. Tal vez ni siguiera sea buena idea llevarte a donde pienso ir

Lali: okey dejemos lo del casco por hoy pero promete que comenzaras a usarlo siempre –le pidió-

Peter: lo intentaré

Lali: sé que es difícil modificar los hábitos asique por ahora me conformo pero quiero que lo intentes de verdad ¿sí?

Peter: sí La –dijo acercándola a ella- 

Lali: Bueno ahora vamos porque esto ya está muy depresivo

Él se sentó delante de ella con una sonrisa, encendió la moto y preguntó:

Peter: ¿lista?

Lali: obvio –gritó debido a que con el ruido del motor no era fácil escucharse-

Él nuevamente sonrió y arrancó. 

Durante el camino ella se sostenía fuertemente apretada a él con sus brazos en su estómago y de un momento a otro comenzó mover sus manos y hacerle en un primer momento cosquillas pero cuando sus manos se deslizaron debajo de su ropa, tocando directamente su piel, deslizando sus manos de arriba abajo, él supo que si seguía haciendo eso no iban a terminar bien. 

Necesitaba concentrarse en manejar, pero la precavida de su acompañante parecía ignorar el hecho de cómo lo afectaban sus caricias. 

O tal vez, posiblemente lo hiciera apropósito pero se olvidara de que él necesitaba concentrarse en el camino. 

Estaba a punto de decírselo cuando de repente y sin saber cómo ella logró llegar a su cuello sin levantarse del asiento y comenzó a dejar besos allí, realmente estaba volviéndolo loco y simplemente con un par de caricias y besos en el cuello. 

¿Qué le estaba pasando? 

Obviamente había estado con otras chicas. Ninguna importante, solo rollos de una noche o tal vez dos dependiendo el caso. Tenía algunas amigas con derechos que siempre estaban dispuestas a un poco de diversión y que sabían perfectamente que no iba enserio al menos él trataba de dejárselos claro.

Pero con Lali se sentía muy confundido, asombrado por lo que ella así en él, cautivado por su personalidad y para ser sinceros, excitado en este momento.

Sus besos lo debilitaban y por poco lo hacían temblar. Realmente eso sonaba estúpido, se estaba convirtiendo en uno al estar con ella, según Lali él no era un chico malo, solo se escondía, pero él sabía que había mucho más que eso, él no era tan bueno como ella creía. 

Agustín siempre le recordaba eso, él no era bueno, las cosas que había hecho lo demostraban.

Pero al estar con ella simplemente quería serlo, quería hacerla sonreír, pasar tiempo juntos y ser esa persona ella realmente merecía. 

Pero sabía que él no era esa persona. Aunque cuando estaba con ella lo olvidaba. No lograba recordar las razones por las cuales él no debía acercarse a ella, ni las consecuencias que esto podría traerle. Era algo inevitable, ella tenía algo encantador, atrapante que lo llamaba y lo hacía quedarse a su lado, interesarse en ella y no querer separarse.

Sin olvidar los besos que ella le daba. 

Diablos, sus labios hacían maravillas. Su boca era la tentación personalizada y le encantaba cuando estos tenían contacto con los suyos. 

Pensar en eso lo éxito aún más, mientras Lali seguía besándolo y acariciándolo. 

Sin poder soportar un minuto más detuvo la moto a un costado de la calle y rápidamente se bajó de ella acercándose a Mariana, quien con su expresión reflejaba su confusión, tomó su rostro entre sus manos y unió sus bocas en un beso desesperado.

Brusco, intenso y posesivo Peter buscaba calmar con sus besos la ansiedad y la necesidad que tenía de obtener más y más de ella. 

Lali cambió su posición, quedando sentada con las piernas hacia el mismo lado, de frente a él. Peter aprovechó eso para colocarse entre sus piernas, juntando aún más sus cuerpos y demostrándole como lo hacía sentir.

Lali: Pitt –suspiró al sentir su estado de excitación-

Peter: perdón, eso fue demasiado es solo que no puedes tocarme y besar mi cuello de esa manera y esperar que no reaccione. Soy un chico no una roca

Ella comenzó a reír

Peter: ¿y ahora qué es lo pasa en esa pequeña cabecita? –Preguntó sorprendido al escucharla reír mientras él exponía su situación- 

Lali: acabas de perder tu apuesta Lanzani- dijo con una gran sonrisa de superioridad-

Continuara.....

Juli ♥



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