Capítulo 65:

 Peter: ahora sí, llegó la hora de sacarnos las caretas.



La familia Lanzani se encontraba reunida en el living de su majestuosa casa. Peter pensó en como esa frase hubiera hecho reír a Lali, por lo dramática que era. Sonrió, miró a sus hermanos y a sus padres. 


Peter: ahora sí, ya que no queda de otra, escuchó lo que querían decirme. 

Armando: vamos a empezar desde el principio. Vamos hablar seriamente. Todas las cosas que tengas que decirse se dirán. Su hermana tiene razón, llegó el momento de solucionar la relación de esta familia. 

Cuando conocí a su madre…  

Peter: enserio estamos hablando desde el principio de todo

Eleonora: Peter no empieces. 

Armando: como decía, cuando conocí a su madre fue por arreglo de nuestros padres. Era otra época y no teníamos tanta libertad como tienen ahora los jóvenes

Peter: no es nuestro caso, ustedes se quedaron con la misma puta mentalidad que sus padres. 

Leticia: ¿Por qué mejor no escuchas lo que tiene tu padre que decir? 
Mauro: si sigues interrumpiendo, esta payasada no va a terminar más. Mejor cállate por una vez en tu vida. 

Eleonora: no empiecen a pelear. 

Armando: se callan y me escuchan. Nuestros padres decidieron que nos casaríamos, nos llevábamos bien y tampoco podíamos oponernos. Traía demasiados beneficios a nuestra familia

Peter: económicos. Es una aclaración, no una interrupción. –se estaba conteniendo de decir demasiadas cosas, pero tenían razón, mejor aguantarse para que todo fuera más rápido-

Armando: sus abuelos querían fusionar sus ideas, crear una empresa en donde se tuviera el prestigio de ambas familias. Empezando desde cero y dejándola a cargo de sus hijos. 

Eleonora: la empresa la manejas vos, no mamá.

Armando: eran otros tiempos, las mujeres debían dedicarse al hogar por lo que yo me hice cargo de todo y su madre opinaba pero no trabaja en la empresa. Ese no era su lugar. Hacíamos lo que nuestros padres nos pedían, a pesar de no estar totalmente de acuerdo con ellos, de no comprender sus acciones y decisiones. Rápidamente la empresa comenzó a tener éxito, debíamos asistir a eventos sociales cada más prestigiosos, rodearnos de gente de gran importancia…

Osvaldo: lo dices como si eso hubiera sido un gran castigo –habló por primera vez, lleno de ironía-

Leticia: para nosotros lo era, o al menos algo parecido.

Mauro: ¿esto no iba a ser una conversación seria? 

Armando: estamos siendo sinceros con ustedes!

Eleonora: claro, seguro. Siempre supieron…adaptar mejor la versión de las cosas a su favor –dijo pensando bien sus palabras- pero esto ya es increíble e irreal. 

Leticia: ¿tú no piensas decir nada hijo? –Preguntó mirando al menor de los hermanos-

Peter: me pidieron que no interrumpiera. Solo espero que terminen con esto así puedo irme de una vez. Tengo cosas más importantes que hacer.

Armando: ¿más importantes que tu familia?

Peter: ustedes siempre nos tuvieron a nosotros al final de su lista. Éramos su última preocupación. No sé por qué se sorprenden si para nosotros ahora es igual. Nos lo enseñaron ustedes, querido padre.

Mauro: sigan mejor, antes que nos levantemos y nos vayamos.

Leticia: no puedo creer estar escuchando estas cosas y menos de ustedes tres.

Osvaldo: uno se termina hartando. 

Armando: ¿van a copiar a su hermano menor ahora?

Mauro: esa es su forma de reaccionar, la cual no le ha ayudado en nada, pero es suya. Nosotros tres tenemos la nuestra. Cada uno a su manera. 

Peter: aunque no lo parezca che! Habrá que ver cuánto les dura

Osvaldo: deberían dejar de tratar que seamos todos iguales, porque no lo somos.

Eleonora: mejor terminen de narrar su parte de la historia de una vez

Leticia: Hija! ¿Desde cuándo nos hablas así? No los reconozco, de Peter lo esperaba, pero de ustedes…

Peter: no sé cómo podrías reconocerlos si ni siquiera los conoces realmente

Armando: no le hables así a tu madre!

Peter: ¿quieren una charla sincera? Bánquensela entonces! No esperen que con una historia conmovedora, si en algún punto llega a ser así porque aún espero el sentido de que nos contaran sobre cómo se casaron, la empresa y bla bla, seamos al fin una familia unida o lo que sea. 

Osvaldo: sorprendentemente coincido con Peter, no nos conocen y no pueden esperar que toda la mierda de esta familia desaparezca de un segundo al otro.

Mauro: ¿y qué es ese delirio de que no les gustaba ir a esos eventos? 

Leticia: no nos gustaba, lo del lujo y el buen gusto estaba bien, aunque excesivo, pero las relaciones surgían por interés, para el beneficio personal, no existían las verdaderas amistades, no te podías confiar en que los demás te dijeran la verdad, constantes chismes sobre cómo le fue mal a una persona, sobre como otros se divorciaron, que estaban cerca de la quiebra…

Peter: qué ilógico que lo que menos les gustaba de esos eventos sea ahora su realidad y su forma de actuar.

Armando: en el mundo de los negocios, si no actúas de esa manera te pasan por arriba, te destruyen. 

Eleonora: la vida misma puede ser así, pero no por eso hay que dejar de ser uno de mismo, de pensar por tus propios medios, no hay necesidad de fingir toda tu vida. En mi profesión también es más fácil ser desleal, ir por atrás, engañar a la gente, se consiguen las cosas más rápido y mucha gente lo hace pero yo prefiero luchar contra ello. Hacer las cosas bien. Siempre hay otra forma y posiblemente sea la más difícil pero es lo correcto

Mauro: ya nos pusimos profundos –susurró- 

Peter: creo que tendríamos que aprovechar esta charla y esta “profundidad” –dijo mirando a su hermano- y estoy de acuerdo con vos hermanita –dijo con un tono raro, una mezcla de ironía y verdad- todo el tiempo fui por el camino más fácil, hice lo mismo que los demás, me dejé llevar por toda la bronca que sentía, me equivoqué y aunque es tarde, estoy tratando de remediar las cosas. 

Eleonora: nunca es tarde –dijo mientras apretaba su mano y le daba ánimo-

Leticia: es lindo verlos así, unidos.

Peter: cercanos –aclaró- nos estamos conociendo ¿qué loco no? Hace 18 años que vivo en esta casa y a penas los conozco. 

Mauro: y seguramente nunca nos vamos a conocer realmente.

Armando: nosotros nos equivocamos, demasiado, pero como dijo su hermana, nunca es tarde…

 Osvaldo: ustedes no van a cambiar, hoy dicen una cosa y mañana esta charla nunca existió. Son lapsos que tienen y me cansé de esta vida de mierda que tenemos todos por soportar sus estúpidas ideas, su forma de vivir. Y no me quejo de los lujos, está buenísimo pero no hacemos nada con eso, no se llena el puto vació que dejaron ustedes con su indiferencia.

 Nos veían ¿qué? Una o dos horas al día, mamá no trabajó nunca pero tampoco estaba en casa, si ya, estaba relacionándose por el bien de la empresa y por lo tanto el familiar –dijo irónico- todo lo bueno que pudieron haber hecho por nosotros no lo hicieron, desde jugar con nosotros, ayudarnos con la tarea, ir de vacaciones todos juntos, preocuparse por nosotros cuando salíamos, cuando no volvíamos a casa, preguntarnos cómo estábamos, que nos pasaba. Nunca es toda mi vida hicieron ni una, NI UNA de esas cosas. Pero claro, para eso estaban las niñeras ¿no? Ellas nos tenían que cuidar pero en realidad nos educaban, se preocupaban por nosotras si teníamos suerte y fíjense que quien tuvo a la mejor niñera de todas, que le dio todo el amor que tenía, porque todos somos testigos de eso, terminó metido en drogas, presó y ahora con un juicio por delante. Y eso, solo es culpa de ustedes.

  ¿Piensan que Peter es el único que se les “descarriló”? porque son conscientes que nosotros también nos metimos en problemas, que también tuvimos miles de quilombos pero ustedes siempre se encargaban de cubrirlos y les cuento que eso no solucionaba nada. Los problemas seguían estando ahí. Nos retaron, nos quemaron la cabeza con sus discursos, pero jamás se ocuparon de preguntar por qué hacíamos esas cosas. Uno se terminaba resignando, o seguía haciéndose mierda a uno mismo pero a espaldas de ustedes, porque si lo hacíamos de frente nos ignoraban. 

Admiro a Peter por hacerles frente, por hacerles la vida imposible, por hacerlos enojar y avergonzarse, por hacerlos sufrir una mínima de que sufrimos nosotros. Y es una lástima que hayan cambiado su personalidad tan drásticamente para convertirse en lo que más repudiaban, es una mierda que nos hayan educado de la misma manera, es una mierda que para ser lo opuesto a ustedes él tuviera que terminar así –dijo señalando a su hermano menor- es una mierda que nosotros tres por tenerlos felices y conseguir un poco de su atención, de su aprobación, y no voy a decir de su cariño porque no tienen, hayamos estudiado y seguido una vida que ustedes querían, no nosotros. Y yo tengo suerte porque no desperdicié mi vida en una empresa que detesto, en un puesto de mierda escuchando como todos hablan a mis espaldas de lo acomodado que estoy, Eleonora por su parte logró que le gustará la carrera que USTEDES le eligieron, jamás le dieron otra opción pero ella logró encontrar la forma de amar lo que hace, al menos eso parece, pero ¿saben qué? Yo ya abandoné mi sueño por tres años, tratando de conformarlos ¿para qué? A ustedes nada les vasta asique simplemente me cansé.

Leticia: ¿de que estas hablando hijo? 

Osvaldo: odio medicina y por eso dejé la carrera –sonrió-

Armando: ¿QUÉ? No, vos no vas hacer eso. 

Osvaldo: ¿ven? –Rió irónico-  tanta charla para qué, si ya me quieren obligar a hacer su voluntad. Les avisó que ya me salí de la carrera, es más este año ni comencé. 

Leticia: hijo ¿cómo no vas a estudiar? ¿Qué vas a ser de tu vida? Vos no podes dejar todo así, sin un plan, desperdiciando tres años de estudio por dios!

Osvaldo: ¿quién dijo que no estoy estudiando? 

Armando: ¿y qué carrera estás haciendo? ¿Arquitectura, contador, ingeniero…?

Osvaldo: Artes visuales –sonrió feliz- 

Leticia: ¿qué? ¿Por qué? Hijo… - atónita, así se encontraba la mujer que lo trajo al mundo-

Armando: -suspiró- hijo, esa carrera no tiene suficiente salida laboral, si consigues trabajo vivirás con lo justo…

Eleonora: ¿el único problema que tienes es que no lo va a hacer rico? Realmente no lo sabes. Es muy difícil triunfar y hacerse famoso en el ámbito artístico, pero ¿quién sabe? Tal vez tengamos un genio en arte en esta casa y nunca nos hayamos dado cuenta. Felicitaciones!

Peter: me alegro por vos, posta. Mucha suerte!

Mauro: vas a tener que mostrarnos que podes hacer 

Osvaldo: cuando quieran –contestó sin perder la sonrisa, al igual que sus hermanos- 


Pero sus padres eran otro tema. 


Armando: no me parece que sea lo mejor, hijo vos das para mucho más. 

Osvaldo: no me importa para lo que creas que doy o no. Ya decidí lo que voy hacer de mi vida y si no llega a funcionar al menos sé que lo intenté. Y ya que estamos reunidos aprovecho a decirles que no pienso seguir con el jueguito de la psicóloga, porque lo que yo tengo no es ningún problema. 

Leticia: hijo, no es un tema para hablarlo frente a tus hermanos

Osvaldo: si lo es. Es una charla seria y para desahogarnos ¿no? bueno, entonces yo les quiero contar

Armando: la psicóloga fue la que te llenó la cabeza ¿no? lo tuyo es un problema y debe ser tratado como tal. Lo que pasa es que esa mujer esta nublada por la libertad que tienen ahora los jóvenes, las creencias modernas, lo que mierda sea. 

Osvaldo: como dijo Peter, ustedes siguen con la misma forma de pensar que sus padres y si no pueden abrir un poco la cabeza y ver la realidad actual, tratar de comprenderla, problema de ustedes. Yo ya no pienso seguir ocultando lo que soy para complacerlos o no avergonzarlos. 

Peter: estaría bueno que nos aclaren de qué están hablando. No estamos pintados. 

Osvaldo: soy gay –dijo sin ningún tipo de anestesia- 

Leticia: solo es una fase, ya se le va a pasar -se apresuró a decir-

Osvaldo: síganse diciendo eso cuantas veces quieran, no voy a cambiar. Ya sé lo que soy, ya se lo que quiero y se lo que espero hacer de mi vida, estén o no ustedes en ella. Y mañana tengo que rendir, asique yo me retiro. Ya dije todo lo que tenía que decir, después me cuentan como siguió la cosa –les dijo a sus hermanos- fuerza, todo va a salir bien –le dijo a su hermano menor-

Peter: gracias –sonrió- 


Y sin esperar más, Osvaldo se fue, escuchando a su padre gritar, exigiéndole que se quedara, pero ya nada podía detenerlo. 


Era su vida, y haría con ella lo que le viniera en gana. 


Continuará....



Hola! Les pido perdón por la demora pero estuve enferma, con temas del colegio, la promo, ponernos de acuerdo, y demás cosas. Sumemosle que no me gustaba como iba el capítulo ni me surgía inspiración. 

Espero que anden bien! 

Un beso

Juli ♥

@amorxca