Capítulo 10:

Lali apretó su cara contra la almohada y gritó hasta quedarse sin vos.


No entendía por qué le había molestado tanto lo que le había dicho Peter. No definitivamente esa no era la palabra. Le había dolido, eso sí definía lo que sentía y lo peor era que no sabía porque.

Ella le había dicho que lo conocía más que la gente que lo rodeaba. ¿Pero y qué si no era así?

¿Cuál era el verdadero Peter?

Ella tenía esperanzas de que sea el bueno, el que reía con ella, el que preguntaba todo el tiempo para lograr conocerla más; pero también era ese que se molestaba sin razón, ese que en un momento la maltrataba, la insultaba y al segundo la protegía. 

Ya no entendía nada.

Todas las cosas que le había dicho a Peter, le habían salido solas, pero sí, eso era lo que pensaba de él.

Lali: ¿por qué te escondes en esa estúpida versión tuya? –Hablo al aire enojada- sos un estúpido Lanzani. Y yo más estúpida por preocuparme por vos. Y ahora habló sola, genial –dijo sarcástica-

Poco le importaba Agustín Sierra y los demás estúpidos.

Estaba acostumbrada a los insultos. No era algo que le sucediera todo el tiempo, por suerte, pero sabía que ese tipo de personas se la agarraban con todos, y a todos le buscaban defectos. 

No les tenía miedo. Estaba segura que solo eran puras y estúpidas amenazas que nunca llegarían a cumplirse.

Decidió dar un paseo para relajarse, agarró su celular, sus auriculares y fue a buscar a Zeus.

Quince minutos después ya estaban llegando a la plaza. Ella decidió sentarse bajo un árbol y comenzó a escuchar música mientras tarareaba las canciones con su mascota acostada a un lado.

De pronto Zeus comenzó a ladrar y gruñir.

Lali: ¿euu Zues que pasa? –Dijo acariciándolo- ¿quién está ahí?

Nadie respondió pero aun así sabía que frente a ellos había alguien.

Lali: ¿quién está ahí? –Volvió a preguntar- mi perro va a terminar haciéndote daño si no hablas 
__: eso parece
Lali: ¿Quién sos?
__: Maxi
Lali: ¿ah?

Él sonrió 

Maxi: del grupo de Agustín
Lali: ah un idiota más
Maxi: tampoco para meternos a todos en la misma bolsa che!
Lali: ustedes se meten solitos en la misma bolsa che!
Maxi: sos dura eh! 
Lali: …
Maxi: ¿y qué hacías por acá?
Lali: salí a pasear un rato
Maxi: ahora vos tendrías que preguntar por mi ¿no? –dijo luego de un minuto de silencio-

Lali suspiró

Era un idiota, pensó.

Lali: ¿y vos qué haces acá?
Maxi: justo iba a entrenar
Lali: ah
Maxi: hago rugby y voy al gimnasio ¿quéres tocar mis músculos?

Definitivamente un idiota y, encima, creído.

Lali: ah mira vos. No paso, gracias igual

¿Por qué agradecía? ¿QUÉ agradecía? Que se fuera de una vez!

Lamentablemente era educada, y no iba a echarlo por la simple razón de que era insoportable, creído y su última neurona pedía ser rescatada desesperadamente antes de morir.

Maxi: ¿es tu perro? –Preguntó mientras señalaba a Zeus, sin darse cuenta que Lali no podía ver sus señas a pesar de sentir su presencia y ser muy perspicaz en muchas cosas-

Lali asintió sin ganas de contestar.

Maxi. Ah

“Que se valla de una vez!” Pensó Lali 

Justo en ese instante el celular de Lali comenzó a sonar, rescatándola de ese momento incómodo.

Lali: ¿hola? –preguntó sin apretar el botón que hacía que el mensaje de cada uno de sus amigos o familiares sonara así reconocería quien la llamaba- 
Cande: La ¿Dónde estás?
Lali: en la plaza ¿por?
Cande: nos juntamos con los chicos en lo de Nico en un rato ¿queres que te pase a buscar?
Lali: te queda más cerca ir de tu casa Can! No vas a venir al pedo, yo voy sola, no esta tan lejos! 
Cande: ¿segura?
LalI: no empieces a sobreprotegerme eh! 

Cande suspiró 

Cande: está bien, te veo allá.
Lali: dale! Beso 
Cande: otro!
Maxi: te hice señas que me iba pero como vi que no te dabas cuenta me acode que no ves

Y ella que ya se había esperanzado con que ya no tendría que hablar más con él, pensó decepcionada

Lali: ….
Maxi: bueno me voy porque llegó tarde
Lali: está bien 
Maxi: chau – le dio un beso en la comisura de sus labios-

Lali se quedó quieta ¿Qué rayos fue eso? Claramente fue con intención!

Mientras ella pensaba Maxi caminaba y hablaba por teléfono con su amigo.

Lali: ya pensé demasiado por hoy ¿no Zeus?

El perro le respondió con un ladrido

Lali: tomaré eso como un si –dijo mientras se paraba- mejor vamos

Luego de ponerle la correa comenzó a caminar tranquilamente hacia la casa de Nico.

Pero luego de hacer a penas una cuadra alguien interrumpió su camino.

__: hola cieguita –dijo con asco y rabia-

Ella lo reconoció al instante, ese desprecio por los demás y el hecho de creerse superior se demostraban en su forma de hablar, en su tono de voz.

Lali: Agustín –su tono de voz en cambio no demostraba ningún sentimiento, ni pensamiento-
Agustín: ¿me tengo que sentir importante por qué me reconoces? –dijo aun con ese desprecio tan común en él-
Lali: te sentís importante por tantas cosas aunque no lo seas, una más no hará la diferencia
Agustín: Mira estúpida –dijo mientras la acorralaba y la presionaba fuertemente agarrando sus brazos e inmovilizándola contra la pared- hoy a la mañana no te pude hacer nada porque el estúpido de Lanzani te defendió pero ahora estamos solos vos y yo, y eso me da la libertad de hacer con vos lo que yo quiera 

Esa última frase, pronunciada de una forma tan vulgar, con intención de trasmitir un mensaje oculto bastante fácil de descubrir provocó en Lali un escalofrió que la recorrió desde la cabeza a los pies.

Agustín rio, su risa denotaba burla, claramente se estaba divirtiendo.

Agustín: veo que captaste el mensaje –sonrió- y al parecer no sos tan valiente como hoy a la mañana –lentamente se acercó y le susurro al odio- ¿seguís pensando que lo mío es puro bla bla? 
Lali: si –dijo con una seguridad que no tenía, pero ella sabía que él tan solo quería asustarla. Nada más-

Y no pensaba demostrarle que lo estaba logrando

Zeus intentó morderlo y Agustín le pegó fuertemente, varias veces provocando que el perro quedara inconsciente, tirado en el suelo.

Lali: Zeus? Zeus? Zues? –Preguntaba preocupada, quiso agacharse para acercarse a su mascota, a su amigo, pero Agustín se lo impidió tironeando de ella-
Agustín: ¿Zeus? ¿Qué nombre es ese? Que mal gusto tenes cieguita! Ahora si te tengo tan solo para mí, era un perro muy molesto el tuyo eh! Qué bueno que ya no está más
Lali: eres un hijo de–él le tapo su boca con su mano impidiéndole hablar-
Agustín: tenes muchas cosas en contra, no sumes más –le aconsejo- aunque será la excusa perfecta para disfrutarte un poco más –dijo mientras sus manos recorrían las piernas de ella- a pesar de ser una estúpida que no sabe cuándo callar y estes ciega no dejas de estar buena petiza

Lali templaba de impotencia, de asco, de temor. 

Las lágrimas recorrían sus mejillas a una velocidad increíble. Él le estaba provocando sensaciones horribles, pero el hecho de que su perro, su mascota, su fiel amigo este tirado en el piso, valla a saber uno en qué condiciones y ella sin poder moverse con ese estúpido toqueteando su cuerpo, impidiéndole cualquier movimiento con el cual pudiera defenderse, no sabía como diablos iba a zafarse. 

¿Cómo iba acabar todo?

¿Qué tal estaba Zeus? ¿Qué cosas haría Agustín con ella? Porque a pesar de estar en un lugar público nadie parecía notar lo que estaba pasando y eso solo le hacía pensar lo peor.

Continuara......

Es malísimo este cap -.- 

No subí antes porque había pocas firmas, no quiero repetir lo mismo siempre asique solo les diré FIRMEN si quieren más novela.