Capítulo 60:

Él estaba encerrado en su mundo, incapaz de pensar en nada más que en su novia, en lo que ese hijo de puta le había hecho y en que estaba seguro que lo había hecho. 



La satisfacción que escuchó en su voz, la tranquilidad con la que hablaba y el hecho de que Lali aún no había parecido eran pequeños detalles que lo confirmaban. 


Lo único que quería saber era cómo estaba, en dónde, con quién y qué más le había hecho el imbécil de Sierra. 


Peter: llama a su hermano –dijo serio, mirando a la nada, lleno de bronca y odio- 

Joaquín: ¿estás seguro qué era él?

Peter: sí. Y ella aún no vino, eso es muy raro. Llámalo. 

Eleonora: pregúntale si ella llegó a la casa. 

Joaquín: ya va.


Sacó rápidamente su teléfono y buscó el número de Vico. Era mejor que hablar con sus padres, al menos eso esperaba.


Comunicación telefónica:

Joaquín: Hola Victorio! Te habla Joaquín. 

Vico: ah sí, hola ¿todo bien? ¿Pasó algo?

Joaquín: si, quería saber si tú hermana estaba en tu casa

Vico: no, pero iba a verlo a Peter, como todos los días

Joaquín: no está con él. Estoy en la comisaría y ella no está. 

Vico: pero… ya tendría que estar haya, incluso ya tendría que estar viniendo a casa. 

Joaquín: lo sé. Nosotros tenemos una idea de lo que le puede haber pasado

Vico: decime, no me preocupes más.

Joaquín: escúchame, necesite que te lo tomes con la máxima calma posible porque si no, no podremos ayudarla

Vico: me estas asustando. Habla de una vez

Joaquín: -tomó aire y decidió dejar de dar vueltas- Agustín llamó a Peter hace un par de minutos, dijo que había estado con ella.

Vico: ese hijo de puta! ¿Le hizo algo? ¿Por qué le aviso a Peter? ¿Qué es lo que no me estas contando? HABLA CARAJO!

Joaquín: él le dijo que la violó Victorio –dijo directo, sin dar más vueltas, por más que fuera semejante noticia. Necesitaban actuar de una vez- pero no es seguro, él puede haberlo llamado solo para ponerlo mal. No es algo confirmado

Vico: ¿él qué cree? –preguntó suspirando y con el corazón en la boca. No entendía como todavía conservaba la calma. Posiblemente porque deseaba que todo sea una broma de mal gusto, una pesadilla.-

Joaquín: él cree que no miente. A demás ella nunca llegó ni acá ni a tu casa. –Suspiró- necesitamos buscarla. Voy a llamar a sus amigos, necesito los números. Tranquilo Victorio –pidió al escucharlo gritar, insultar y romper cosas.-

Vico: ¿me estas jodiendo? ¿Cómo queres qué me calme? Todo esto es una mierda

Eleonora: dame –exigió antes de sacarle el teléfono- Vico, escúchame. Necesitamos que nos des los números, necesitamos buscarla. Pensá en que le puede estar pasando cualquier cosa, aunque no ayude en nada, necesitamos encontrarla, luego podrás descargarte. Piensa en ella primero.

Vico: -tomó una enorme cantidad de aire y luego la largo. Repitió eso un par de veces hasta calmarse un poco- hablo con mis padres y voy para allá.

Eleonora: no, escúchame. Tu casa queda más cerca del colegio ¿verdad?

Vico: si

Eleonora: está bien, habla con tus padres, llama a los amigos y trata de averiguar algo. Nosotros iremos para haya ahora mismo y la buscaremos.

Vico: está bien, pero apúrense porque salgo solo sino.

Eleonora: espera y trata de calmarte, no tardaremos mucho. 

Fin de la comunicación telefónica


Eleonora: Peter –habló arrodillándose nuevamente frente a él- vamos a buscarla, tienes que volver a la celda. 

Peter: tienen que encontrarla –dijo aun mirando la nada y acostado en el suelo

Eleonora: lo vamos hacer

Peter: promételo –pidió arrodillándose frente a ella- por lo que más quieras

Eleonora: hey –dijo acariciando su cara y secando sus lágrimas- te lo prometo –quiso abrazarlo pero no se atrevió-

Peter: necesito que la encuentren, yo no puedo hacer nada encerrado acá –dijo tirándose a su brazos y abrazándola. Por primera vez en MUCHO tiempo y sorprendiéndolos a ambos- es lo más importante para mí –habló bajito y entre lágrimas-

Eleonora: lo sé –contestó simplemente mientras demostraba su apoyo abrazándolo fuerte. Muy fuerte-


Un policía apareció para llevarse a Peter luego de que Joaquín le avisara. 


Peter: encuéntrenla, y avísenme como puedan. Necesito saber cómo esta. –fue su último pedido y así, ellos se marcharon.-


Al llegar nuevamente a la celda se sentó en el piso con las piernas al pecho, contra la pared y enterró su cara entre sus brazos que estaban cruzados sobre sus piernas. Trató de pensar positivo como ella haría, trataba de esperar que le negaran lo que había pasado, trataba de imaginarla con sus amigos, riendo, bromeando y olvidándose de la hora. Trataba de imaginarla a salvo pero nada funcionaba, estaba seguro, lo sentía, algo iba mal. 



Julián: hey flaco ¿qué pasa? –preguntó acercándose pero sin obtener una respuesta- 

Peter ¿qué paso? ¿Qué te dijeron? ¿Complicaciones con tu caso?

Peter: ojala fuera eso –contestó sin parar de llorar y mirándolo, finalmente-

Julián: ¿me queres contar? –preguntó sentándose al lado de él- 

Peter: violaron a mi novia –y lo dijo, así sin más. Directo, dolido, lleno de odio y bronca-

Julián: mierda! Cuanta gente enferma que hay. Lo siento, aunque no sirva de nada. Yo no sé de qué sería capaz si dañarán a mi hermana. No es lo mismo pero…

Peter: fue el enfermo que le puso las drogas en la mochila, contra el que busqué pruebas y quiero declarar.

Julián: Puta madre! Si no fuera por su padre él estaría detenido como vos y yo.

Peter: lo dudo, no era algo grave. Pero al menos le hubieran hecho pagar una fianza, servicio comunitario, ALGO. Pero no, y ahora el muy hijo de puta fue, violó a mi novia como si nada, me llamó para contármelo y sigue andando tranquilo por ahí. Todo esto es una mierda, mi vida lo es y yo la arrastré a ella como si la suya no fuera dura ya sin mí. 

Julián: no sirve de nada echarte la culpa. Se aman, eso es lo importante. Y también el atrapar a ese hijo de puta y hacerlo pagar de una vez por todo lo que hace.

Peter: no es fácil, ninguna de las dos cosas. No puedo no echarme la culpa porque claramente la es, me siento una mierda y sé que no soluciona nada pero no puedo evitarlo. Y no tengo idea como voy hacerlo pagar. Me siento destruido. Se metió con lo que más amo. No sé cómo está, qué consecuencias tendrá en ella todo esto y yo sin ella no puedo, no voy a poder. –Las lágrimas volvieron a salir a raudales por sus tristes ojos verdes-  


De repente sintió una risa elevarse sobre las voces de los demás detenidos y sobre el silencio que reinaba en esa celda.


Y ahí estaba, detrás de los barrotes, sonriendo burlonamente y con una mirada cínica en sus ojos. 

Agustín: un gusto volver a verte Lanzani –dijo sonriendo y utilizando su apellido, como ella siempre hacía- ¿Qué tal todo? 


Continuará...


Gracias por leer, comenten y bienvenidas las nuevas lectoras (: 

Juli ♥

@amorxca 

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